Autor: César Poyatos |
La red nos define.
En esta primera entrada me gustaría reflexionar un poco
sobre nuestro otro yo, que creamos actualmente paralelo al real, este es el que
se refiere al virtual de Internet.
Nuestra identidad que nos define como personas ya no está
expuesta a un reducido número de personas tales como familiares, amigos o
compañeros de trabajo, cada vez más estamos expuestos al uso de nuestro nombre
e imagen a través de la red.
¿Qué hace esa foto ahí?.
Una rápida búsqueda en Google puede depararnos sorpresas de
todo tipo. Es relativamente fácil encontrar personas en la red, sus fotos,
comentarios y si nos pusiéramos podríamos construir el paso de una persona por
la red sin muchos problemas. ¿Quién controla eso? No hay que ser muy listo para
imaginar que la red puede jugar a favor y en contra de nosotros.
Más aún cuando sabemos que los servidores de contenidos no
tienen la obligación de borrar ninguna información. Hacemos historia en
Internet, una historia pública y accesible en segundos desde cualquier sitio.
Es lo que se refiere al “derecho al olvido”. Lo que existe en Internet no
desaparece.
Responsabilidad y
sentido común.
Si cuidar tu identidad ya de por sí es complicado, cuidar lo
que otras personas dicen de ti en la red ya es imposible. No podemos controlar
los comentarios ni opiniones tanto positivas como negativas sobre nosotros.
¿Cuántos comentarios se pueden verter en Facebook sobre una persona?
Nuestra relación con Internet debe tomar un sentido nuevo y
tomar en consideración la importancia de la red como imagen privada y pública.
Debemos tener conciencia de que somos ciudadanos digitales y que tenemos la
obligación de cuidar nuestra imagen que dice mucho de nosotros.
Cada vez Internet está más presente y forma parte de nuestra
vida cotidiana mezclándose más y más con nuestra vida normal.
Quién no está en
Internet no existe.
Negarse a no estar en Internet sería una fácil maniobra para
no caer en las trampas que pueda ofrecer la red, pero por otro lado estaríamos
negando la potencialidad de una enorme plataforma. Actualmente la red está
presente en casi todos los ámbitos profesionales y no estar activos puede
hacernos perder muchas posibilidades.
Debemos existir conscientemente el la red, sabiendo que
nuestros actos son grabados, guardados y expuestos en un gran escaparate que es
Internet. Si sabemos esto y perdemos nuestra ingenuidad empezaremos por actuar
responsablemente.
Crear una reputación social nos ayudará a ser respetados
laboral y socialmente, y en la red la reputación social es comunitaria, ya que
depende de los comentarios y opiniones de clientes, amigos, familiares ...etc.
Los docentes y la
red.
Crear una identidad en la red acompañada de una reputación es
también relevante para los profesores que ya están expuestos a la red por parte
del comentario de estudiantes y padres.
Creo que una buena gestión de la identidad puede hacer valer
el trabajo del docente, así como potenciar las relaciones con padres y
estudiantes.
Para terminar…
Tanto como si somos conscientes como si no, ya no podemos
vivir de espaldas a la red. Nos condiciona nuestra vida tanto si estamos como
si no. Nuestra reputación e identidad son muy importantes como para no tenerlas
en cuenta.
Me gusta la idea que transmites acerca de la responsabilidad que tenemos a la hora de cuidar nuestra identidad digital. Creo que a veces e vende la idea de que Internet es algo incontrolable. Es cierto que hay muchas variables pero sí que tenemos la obligación de cuidar (con las connotaciones de la palabra cuidar: mimo, esmero, ternura, interés,..) nuestra identidad porque aunque digital sigue siendo algo muy nuestro.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Garbiñe y comparto tu idea. Actualmente debemos cambiar nuestra forma de pensar y actuar al respecto.S2
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